domingo, 12 de junio de 2016

Observación #9: El enorme Cúmulo Estelar de Coma (Mel 111)

Después de una larga racha de observación de galaxias, me apetecía cambiar y volver a dibujar un cúmulo abierto, ya que desde mi primer dibujo no me he vuelto a animar.

Desde mi lugar de observación habitual (la terraza de mi edificio), y por estas fechas, no tengo muchos cúmulos abiertos brillantes a la vista. Sin embargo, la constelación de Coma Berenices se encuentra cerca del zenit, y con ella su enorme cúmulo Mel 111. Se trata de cúmulo con multitud de estrellas accesibles al ojo humano (alrededor de magnitud 5) y una extensión de alrededor de 5º en el cielo (prácticamente el campo visual de un buscador). Y curiosamente, algo de tal magnitud y tamaño ¡no está recogido ni en el catálogo de Messier, ni en el NGC! Probablemente pensaran que algo tan grande y brillante no podía ser un cúmulo abierto, sino una mera coincidencia visual de estrellas no interrelacionadas; era demasiado bonito para ser cierto. Pero la realidad es que es tan cierto como bonito, y Melotte lo incluyó en su catálogo a principios de siglo XX.

En un cielo oscuro, como hemos dicho antes, es posible encontrar el cúmulo a simple vista. Sin embargo, en un cielo con algo de contaminación lumínica quizás sea necesario buscar unos puntos de referencia previos. La ruta que planteo en el mapa inferior, es muy sencilla, si partimos de Beta Com, la cual está más que localizada en posts anteriores. Además esta ruta implica pasar por un par de puntos, que si bien visualmente no tienen nada de especial, tienen una relevancia cosmológica muy grande. En concreto estos puntos son el centro del cúmulo de galaxias de Coma y el Polo Norte Galáctico.
Carta generada por Cdc. Click para ampliar
Ya desde el buscador se ve una imagen digna de dibujar, aunque por el bien de mis cervicales desistí de ello. Por ello opté por utilizar el ocular más largo a mi disposición, que me ofrece un campo visual de 1'13º, y comencé a dibujar en la parte trasera de la ficha que uso para hacer los registros de mis observaciones, en lugar de los círculos en los que suelo representar el borde del ocular. En estas condiciones y teniendo que mover el telescopio para abarcar todo el objeto, no esperaba tener una representación ni mucho menos precisa aunque sí intentar captar las formas y distribuciones lo mejor posible. El resultado lo podéis ver a continuación. Desde luego la proporción va variando según la zona y el cansancio, sin embargo contrastando con el software Cartes du Ciel he comprobado que me he aproximado en cierta manera a su forma real, así que estoy bastante satisfecho.


Con esta observación he vuelto a recordar el duro trabajo que implica dibujar los cúmulos abiertos. Sin embargo una vez te encuentras en el ordenador digitalizando el dibujo y sobre todo viendo el resultado final, la satisfacción que produce compensa el esfuerzo. Aún así, os recomiendo que veáis este precioso cúmulo con vuestros propios ojos, ya que es accesible incluso para prismáticos, con los que puedes captar todo su esplendor de un vistazo. Desde luego, yo lo tengo pendiente para cuando decida hacerme con unos.

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