viernes, 19 de agosto de 2016

Astroturismo en el parque nacional de Cabañeros: M6, M7 y M8

Para empezar mis vacaciones del mes de agosto, quise aprovechar y escaparme con mi pareja tan lejos como pudiésemos de las luces que ciegan el cielo del levante español. Buscábamos por un lado, alejarnos del bullicio que hay en la costa por las fechas estivales, y descubrir nuevos paisajes y aventuras. De la multitud de lugares fantásticos que tenemos en España, finalmente nos decidimos por visitar los montes de Toledo, y hospedarnos en un hotel rural en las inmediaciones de la minúscula localidad de Hontanar.

El hotel en cuestión es el Refugio de Cristal. Se trata de una pequeña casa rural con media docena de habitaciones, todas ellas con unas impresionantes vistas al Sur. En este hotel la denominación rural dista mucho de lo que podemos asociar a rústico. Al contrario, la ambientación es bastante moderna, siguiendo los preceptos de diseño ecológico y turismo sostenible. Aquí podéis ver una foto de mi telescopio esperando pacientemente la noche en la habitación.

Ahora me doy cuenta de que lo guardé con el tubo colocado al revés

Podría hablar del buen trato que nos dieron y de lo a gusto que estuvimos (y sobre todo comimos), pero no es el objeto del blog; si queréis algún detalle más del alojamiento comentad en este post y os responderé encantado. Ahora vamos a entrar en materia.

A la llegada al hotel y tras comentar a José, un simpatiquísimo empleado que iba a ser nuestro anfitrión esos días, mis propósitos; me comentó que estaba haciendo una calima un poco fea que empeoraba algo el cielo. Le respondí que ninguna calima puede empeorar el cielo como las luces de Torrevieja en el horizonte sur de mi pueblo. Y no me equivocaba, calima o no, las noches oscurísimas fueron espectaculares.

Mis observaciones se centraron en el cielo meridional, para así poder observar las maravillas que guardan Escorpio y Sagitario, normalmente lejos de mi alcance, ya que al no alzarse demasiado sobre el horizonte en ningún momento, no logran escapar de la contaminación lumínica en mi localidad. Entonces, con todo el Parque Nacional de Cabañeros extendiéndose hacia el sur de donde me encontraba, no había ninguna malvada luz que me impidiese disfrutar de estas dos preciosas constelaciones. El cielo a simple vista ya es sencillamente espectacular, y por eso merece la pena retratarlo sin más ayuda que nuestras ópticas de serie. Desde luego, la transición de ver poco más que Antares, Saturno y Marte al sur; a observar por completo todas las estrellas principales de las constelaciones, enmarcadas en la vía láctea, es realmente impactante (Sobre todo, como en mi caso, si nunca antes se ha visto esta última).

Cielo visible desde la terraza de la habitación, sentado tranquilamente a la fresca.
Ya con el telescopio, me propuse a escudriñar las nebulosas de Sagitario; y he de reconocer que es tan rica la zona que es sencillo encontrar objetos interesantes, aunque por otro lado, se complica saber qué se ha encontrado. Como el sueño se iba apoderando de mí después de un ajetreado día, sólo dibujé la más impresionante de todas la nebulosas de Sagitario: La nebulosa de la Laguna (M8). El objeto en cuestión se trata de una nube molecular, una región especialmente densa de nuestra galaxia, que se encuentra en proceso de formación estelar. Inmediatamente al este tiene asociado un cúmulo estelar abierto relativamente joven (NGC 6530), cuyas estrellas más brillantes son las responsables de excitar el gas de la nebulosa.

Nebulosa M8, al este su cúmulo asociado como una formación de estrellas.
Por último, también decidí estrenar mis nuevos prismáticos 8x40, de los cuales hablaré en próximas entradas. En este caso, buscando un par de cúmulos abiertos cercanos entre sí, en la constelación de Escorpio: M6 y M7. Con el magnífico campo visual de más de 8 grados que dan estos prismáticos, encontrarlos fué pan comido; basta con apuntar los prismáticos al aguijón del escorpión, formado por las estrellas Shaula y Lesath, para toparnos de lleno con la escena dibujada abajo.

Al este M7, al norte M6 y al suroeste Shaula y Lesath
Aunque en el viaje solo hice unos pocos dibujos, me traigo dibujados con tinta indeleble en la memoria, la multitud de maravillas que he podido contemplar por los montes de Toledo. Desde el impresionante paisaje matutino con el que nos encontrábamos cada mañana, hasta las oscurísimas noches que vencían sin dificultad a mi humilde linterna roja que aquí uso sin problema. Si estáis pensando en hacer astroturismo (y gastroturismo) alguna vez, no lo dudéis, este es un lugar maravilloso.

sábado, 9 de julio de 2016

Mi primera Nebulosa Planetaria: La asequible y aún más impresionante M57

Recién entrado el verano, empieza a encontrarse cada vez más alto a primeras horas de la noche el famoso triángulo de verano, formado por las brillantes Vega, Deneb y Altair. El más alto de los tres astros es Vega, que con su magnitud aproximadamente 0, es el más brillante de la pequeña constelación de Lira (Lyr).

Y es en Lira donde se centrará la observación de hoy. En concreto busco observar mi primera nebulosa planetaria, después de varios intentos fallidos con otras. Estos objetos son el resultado de la expulsión de las capas más externas de una estrella gigante roja al final de su vida. De la antigua estrella sobrevive su núcleo, pequeño y brillante, en forma de enana blanca cuya radiación ultravioleta ioniza al gas expulsado, convirtiéndolo en una nebulosa de emisión.

Anteriormente he intentado encontrar, sin ningún éxito, otras nebulosas planetarias brillantes, como la del Búho M97 o la Ojo de Gato NGC6543. Aunque su magnitud y tamaño eran más favorables que en otros muchos objetos (que sí he conseguido resolver desde mi terraza), no conseguí distinguirlos del fondo. Después del fiasco, visité uno de mis blogs de referecia y leí que el compañero Almach, a igual que yo, no consiguió resolverla sin ayuda de un filtro OIII. Después de dejar apartadas las planetarias, aprovechando el verano y la altura de Lira en el cielo, me animé a reconciliarme con ellas a través de la Nebulosa del Anillo M57. En esta ocasión, aprovechando la previsión de buenas condiciones atmosféricas, me he alejado unos kilómetros del núcleo urbano; para maximizar mis probabilidades de éxito.

La nebulosa M57 es una de las planetarias más brillantes del cielo, con una magnitud aparente de 8'8, y presenta una característica forma de anillo casi perfecto; de ahí su nombre. Esta apariencia anular se da por la perspectiva con la que la vemos, ya que su forma tridimensional real se asemeja más a un barril (aunque también hay quien afirma que se trata de un elipsoide). Este pseudobarril se encuentra inclinado hacia nosotros de forma que vemos una de sus tapas con forma de aro.

Nebulosa del Anillo. Fotografía tomada por el telescopio Hubble.
The Hubble Heritage Team (AURA/STScI/NASA)
M57 es sencilla de encontrar, si no nos perdemos entre las innumerables estrellas que empiezan a poblar el cielo en cuanto nos acercamos al plano galáctico. La nebulosa planetaria en cuestión se encuentra entre las estrellas Sheliak y Sulafat de Lira, a menos de 1 grado de la primera. Por lo que si podemos localizar Sheliak a simple vista, y orientar nuestro telescopio a directamente a ella, M57 aparecerá a poco que rastreemos un poco el cielo de alrededor con un ocular largo. Por contra, si tenemos dificultades para encontrar estas estrellas a simple vista, podremos partir de la brillante Vega, y dar un par de saltos según el mapa inferior hasta nuestro destino.

Situación de M57 desde Vega. Carta generada con Cdc.
Tras apuntar a Sheliak con mi reflector de 8" y el ocular de 26mm, enseguida se revela claramente la amigable nebulosa M57 como un círculo neblinoso de alrededor de 1' de diámetro (más grande que Júpiter). Aunque con estos aumentos no consigo apreciar mucho detalle de la fantasmal esfera, esta se encuentra rodeada de multitud de estrellas tenues, de las cuales sólo he logrado captar unas pocas, además de la bonita y brillante estrella doble Sheliak, que aparece al noroeste cerca del borde del campo visual. Con el ocular de 10mm y 120 aumentos, logro resolver más detalladamente la forma de la nebulosa planetaria, apreciando una franja circular brillante que rodea una zona oscura, en cuyo centro reside la enana blanca de magnitud 15, imposible de observar con mi modesto equipo. En este caso, el filtro Baader Neodymium no aporta una mejora significativa de contraste en la nebulosa; aunque sí oscurece ligeramente el fondo. A continuación podéis encontrar los dibujos que realicé para ambos aumentos.



Aunque normalmente publico mis observaciones en orden cronológico, y aún tengo unas cuantas en el tintero, esta observación se merece el privilegio de pasar por delante de las otras. Las nebulosas planetarias, a parte de sus bellas y variadas formas, son también una visión al futuro. Nuestra estrella, con una masa y tamaño modestos, no podrá llegar a su fin con una espectacular explosión supernova, sino que acabará su actividad liberando una bonita nebulosa planetaria, que nunca alcanzaremos a ver; sin embargo, quién sabe si alguna de las numerosas que pueblan nuestra galaxia es idéntica a la de nuestro Sol, y estamos viendo nuestro lejanísimo porvenir.

viernes, 24 de junio de 2016

Observación #10: Cazando fantasmas por el Cúmulo de Galaxias de Virgo

A principios de Junio la constelación de Virgo se encuentra muy alta en el cielo a primeras horas de la noche. Por lo que es obligatorio pasearse por ella antes de que, más avanzado el verano, empiece a esconderse pronto en el horizonte y nos perdamos sus maravillas.

En esta constelación, y extendiéndose hasta Coma Berenices, encontramos el gran cúmulo de galaxias de Virgo, una agrupación de miles de galaxias que domina el centro del Supercúmulo de Virgo, al cual pertenece el modesto Cúmulo Local donde reside nuestra Vía Láctea. Recomiendo encarecidamente la lectura de los dos hipervínculos que he citado, puesto que van acompañados de imágenes y esquemas muy reveladores de la insignificancia de nuestro planeta frente a la extensión inconmensurable del universo. De entre todas las imágenes, y con permiso de su autor a través de la licencia CC, quiero resaltar el siguiente esquema, que nos da una idea de las escalas astronómicas.

Autor de la imagen: Andrew Z. Colvin, via Wikimedia Commons

Desafortunadamente, en mi lista de referencia de objetos visibles con contaminación lumínica (elaborada por el SAC) no figura ningún objeto del cúmulo de Virgo. Sin embargo, ya que contiene una gran cantidad de objetos Messier, como podemos ver en la imagen de abajo , me atrevo a darme un paseo por él a ver si suena la flauta.
Ubicación del Cúmulo de Virgo en el Cielo.
Este paseo, desde luego, no consiste en mirar de un lado a otro sin ton ni son, sino que previamente he elaborado una ruta turística, que podéis encontrar más abajo, por donde creo que hay más posibilidades de encontrar algo. Nuestra ruta parte desde Vindemiatrix, la tercera estrella más brillante de Virgo, saltando a la cercana ρ Vir. Esta última nos sitúa en la frontera del valle encantado que vamos a visitar, a partir de aquí nos adentraremos en una zona del cielo en la que nos podemos encontrar cualquier cosa según la suerte que tengamos. 
Ruta planificada y objetos visibles desde mi lugar de observación.
Recorriendo la ruta con el ocular de focal más larga, para abarcar la mayor área posible, voy topándome con manchas difusas que desaparecen cual fantasmas en cuanto intento fijarme, y difícilmente vuelvo a ver. Sin embargo (¡oh afortunado de mí!) logro retratar unas simpáticas galaxias que no se esconden al ser descubiertas. Aunque confiaba encontrar a las brillantes galaxias elípticas M84, M86 y M87, las pequeñas NGC 4435, 4438 y 4478, con magnitudes alrededor de 11, se han apuntado inesperadamente a la fiesta. A continuación podéis encontrar los dibujos de mi ruta turística.

Primera parada, M87 y la inesperada NGC4478

Segunda parada, M84, M86 y las Galaxias de los Ojos.
Antes de acabar, hay una cuestión que quizá sea bueno comentar. Hay que recordar que la magnitud no lo es todo, puesto que durante la observación pasé al lado de galaxias con magnitud alrededor de 9,5-9,8 sin a penas verlas; mientras que vi claramente las pequeñas NGC 4478 (mag 11.4) y NGC 4435, 4438 (mag. 10.8 y 10.2). ¿Cómo es esto posible? La clave está en el tamaño. La magnitud es una medida del brillo global del objeto, por lo que a mayor tamaño, ese brillo se reparte en una mayor superficie provocando que no logremos contrastar el borde del objeto con el cielo del fondo. Y hablando de contraste, en esta ocasión el pequeño filtro Baader Neodymium ha vuelto a marcar la diferencia entre percibir o no las pequeñas galaxias NGC.

En resumen, el cúmulo de galaxias de Virgo no deja indiferente a nadie. En una noche oscura, y si además tenemos una atmósfera estable, darse un paseo por esta maravilla astronómica puede ser una opción excelente para disfrutar de una observación emocionante, y una sesión de dibujo realmente satisfactoria

domingo, 12 de junio de 2016

Observación #9: El enorme Cúmulo Estelar de Coma (Mel 111)

Después de una larga racha de observación de galaxias, me apetecía cambiar y volver a dibujar un cúmulo abierto, ya que desde mi primer dibujo no me he vuelto a animar.

Desde mi lugar de observación habitual (la terraza de mi edificio), y por estas fechas, no tengo muchos cúmulos abiertos brillantes a la vista. Sin embargo, la constelación de Coma Berenices se encuentra cerca del zenit, y con ella su enorme cúmulo Mel 111. Se trata de cúmulo con multitud de estrellas accesibles al ojo humano (alrededor de magnitud 5) y una extensión de alrededor de 5º en el cielo (prácticamente el campo visual de un buscador). Y curiosamente, algo de tal magnitud y tamaño ¡no está recogido ni en el catálogo de Messier, ni en el NGC! Probablemente pensaran que algo tan grande y brillante no podía ser un cúmulo abierto, sino una mera coincidencia visual de estrellas no interrelacionadas; era demasiado bonito para ser cierto. Pero la realidad es que es tan cierto como bonito, y Melotte lo incluyó en su catálogo a principios de siglo XX.

En un cielo oscuro, como hemos dicho antes, es posible encontrar el cúmulo a simple vista. Sin embargo, en un cielo con algo de contaminación lumínica quizás sea necesario buscar unos puntos de referencia previos. La ruta que planteo en el mapa inferior, es muy sencilla, si partimos de Beta Com, la cual está más que localizada en posts anteriores. Además esta ruta implica pasar por un par de puntos, que si bien visualmente no tienen nada de especial, tienen una relevancia cosmológica muy grande. En concreto estos puntos son el centro del cúmulo de galaxias de Coma y el Polo Norte Galáctico.
Carta generada por Cdc. Click para ampliar
Ya desde el buscador se ve una imagen digna de dibujar, aunque por el bien de mis cervicales desistí de ello. Por ello opté por utilizar el ocular más largo a mi disposición, que me ofrece un campo visual de 1'13º, y comencé a dibujar en la parte trasera de la ficha que uso para hacer los registros de mis observaciones, en lugar de los círculos en los que suelo representar el borde del ocular. En estas condiciones y teniendo que mover el telescopio para abarcar todo el objeto, no esperaba tener una representación ni mucho menos precisa aunque sí intentar captar las formas y distribuciones lo mejor posible. El resultado lo podéis ver a continuación. Desde luego la proporción va variando según la zona y el cansancio, sin embargo contrastando con el software Cartes du Ciel he comprobado que me he aproximado en cierta manera a su forma real, así que estoy bastante satisfecho.


Con esta observación he vuelto a recordar el duro trabajo que implica dibujar los cúmulos abiertos. Sin embargo una vez te encuentras en el ordenador digitalizando el dibujo y sobre todo viendo el resultado final, la satisfacción que produce compensa el esfuerzo. Aún así, os recomiendo que veáis este precioso cúmulo con vuestros propios ojos, ya que es accesible incluso para prismáticos, con los que puedes captar todo su esplendor de un vistazo. Desde luego, yo lo tengo pendiente para cuando decida hacerme con unos.

lunes, 6 de junio de 2016

Review: Bolsa de transporte Geoptik para telescopios Newton

Es bien sabido que los telescopios con montura Dobson son una excelente elección para iniciarse en la astronomía visual. Este tipo de bases son muy robustas a la par que baratas, por lo que es posible montar tubos ópticos grandes por un precio muy asequible. Pero claro está, si te decides por un telescopio de este tipo, al abrir la caja seguramente te encontrarás con una pieza de artillería de la primera guerra mundial.
Tú y tus colegas con tu flamante telescopio Dobson (fuente: National Archives Catalog, ID 196280)
A pesar de lo aparatosos que puedan parecer, estos telescopios son muy fáciles de montar y desmontar, ya que no es necesario poner en estación la montura; basta con plantar la base, colocar y fijar el tubo y ale, ¡a observar! (mejor dicho ¡a buscar!). Por esto, no debería darnos pereza llevarlo de un lugar a otro, siempre que quepa en nuestro coche.

Pero no todo iba a ser tan bonito, puesto que el tamaño los hace algo engorrosos de manipular: el camino de casa al coche, o del coche a nuestro lugar de observación, puede ser un suplicio al cargar un tubo óptico de más de un metro de largo; sobre todo si no estás acompañado (suponiendo que te fíes de dejar tu valioso tesoro en manos de otro).

Para mayor tranquilidad, yo decidí hacerme con una bolsa de transporte para el tubo, de forma que estuviese bien resguardado. En concreto, me la jugué comprando la Bolsa de Transporte Geoptik para telescopios Newton de 200mm a f/6 (Aunque las hay también para otros diámetros y focales). Digo me la jugué porque a parte de la descripción y la foto de la tienda, no encontré muchas más imágenes ni opiniones por Internet.

La bolsa la recibí en una caja más bien grandota, acorde con los accesorios que te puedes esperar de este tipo de telescopios. Y la mochila que venía dentro, como podéis imaginar sigue la misma línea. Las medidas que especifica el fabricante 120x25x30 cm son correctas, y mi telescopio Sky-Watcher Dobson de 8 pulgadas y focal 6, cabe perfectamente sin forzar ningún componente. Tanto el enfocador, como el soporte del buscador y el pequeño pomo que trae para manejarlo caben holgadamente. A pesar de entrar sin ningún tipo de forcejeo, el tubo queda totalmente sujeto dentro de la bolsa debido a la acomodación del acolchado a la forma de este.

Vista del interior de la Bolsa Geoptik
En cuanto a los materiales, aparentan buena calidad, la bolsa tiene un tejido exterior de Nylon (o similar) que tiene pinta de soportar la humedad y alguna que otra rozadura con el suelo. El interior se encuentra forrado por un material algo más suave y entre ambos forros se intercala un acolchado de alrededor de un centímetro de grosor. Este acolchado tiene pinta de proteger bastante bien el tubo de pequeños golpes y vibraciones, ya que desde fuera a penas es posible sentir el contenido apretando con el dedo (Además algún pequeño viaje ya le he dado con el marco de la puerta, sin notar ningún sonido metálico).

Bolsa Geoptik con mi tubo Sky-Watcher justo antes de la acción.

En cuanto al transporte, la mochila tiene dos asas centradas con un recubrimiento de goma para mejor agarre y comodidad de la mano. Un tubo de 8 pulgadas y focal 1200 mm no suele pesar más que un pack de 6 botellas de agua, por lo que sin ninguna dificultad se puede cargar en una mano. Sólo hay que prestar atención a las puertas y sitios estrechos para evitar estrellar nuestra joyita contra las esquinas, aunque vaya bien protegida. Con todo esto, el transporte es muchísimo más cómodo que ir abrazando directamente a nuestro tubo y teniendo mil ojos con cómo lo depositamos en el suelo.

Bolsa plegada, lista para guardarla
Por último, la bolsa a pesar de ser voluminosa, se puede plegar sin problemas y ocupa un espacio relativamente pequeño (cabe perfectamente en mi abarrotado maletero); por lo que si decidís guardar el telescopio fuera de la funda, no os supondrá un gran quebradero de cabeza encontrarle un hueco.

En resumen, con esta mochila realmente he solucionado uno de los principales engorros que me supone cargar con un telescopio Dobson (que para nada es de los más grandes ); y ahora me atrevo a sacarlo más alegremente en busca de cielos oscuros. El inconveniente de la bolsa quizás sea su precio que ronda los 90€ euros. Pero viendo la calidad, si tenéis la misma problemática y sobre todo el dinero para invertirlo, creo que es un accesorio recomendable; tanto para ampliar la vida útil de nuestro equipo como para vencer la pereza de alejarnos de nuestro observatorio habitual y ampliar (mejor dicho oscurecer) horizontes.

Solucionado el transporte, otro asunto es almacenar nuestro telescopio, y más si vivimos en un apartamento en el que no tenemos demasiado espacio. Todo tiene solución, en un próximo post...

viernes, 27 de mayo de 2016

Observación #8: Galaxia M64 (satélite artificial chino incluido)

Con unas pocas galaxias observadas con éxito a mis espaldas, me lanzo con otra más que, por esta época, se encuentra muy alta en el cielo, la Galaxia M64 en Coma Berenices. 

Esta galaxia presenta una característica muy distintiva, de la cual deriva su nombre de Galaxia del Ojo Negro. Se trata de una franja de polvo interestelar oscura que la atraviesa cerca de su núcleo, concediéndole el aspecto de un siniestro ojo. Si queréis ver más detalles de esta curiosa galaxia es posible encontrar fotografías de aficionados muy buenas.

Encontrar nuestro objetivo será pan comido si previamente hemos conseguido observar el cúmulo globular M53, puesto que el camino es exactamente el mismo con una ligera desviación al final, como podemos ver en el mapa siguiente. La clave consiste en centrar la estrella 35 Com en el buscador, y a menos de 1 grado de ella podremos encontrar M64.
Carta generada con CdC. Click para ampliar.
Con la contaminación lumínica presente en el cielo, M64 se revela en forma de mancha muy tenue  (casi imaginaria) con un centro ligeramente brillante, de la cual no esperaba sacar demasiado detalle. Se me ocurrió probar entonces a usar el filtro Baader Neodymium, que se trata de un filtro de uso general que bloquea ciertas longitudes de onda molestas con el fin de intentar obtener algo más de contraste. En las galaxias M81 y M82 no había obtenido resultados apreciables con éste, incluso diría que oscurecía demasiado los objetos; sin embargo, en este caso el filtro marca la diferencia. El núcleo brillante prácticamente pelado, se convierte en la galaxia claramente discernible a través del filtro. Me planteo por ello, hacer una pequeña review de este elemento bastante genérico cuando haya acumulado algún caso de éxito más. El resultado de la observación lo tenéis a continuación.

Galaxia del Ojo Negro (M64)

Cuando se observa a primeras horas de la noche, es muy habitual toparse con satélites artificiales que reflejan la luz de nuestro sol. En este caso, mientras dibujaba se me cruzó descaradamente un satélite por mi bonito panorama y se me ocurrió dibujar su trayectoria y apuntar la hora de su aparición. Normalmente no consigo identificar su origen y averiguar qué cacharro se ha colado en mi campo de visión, sin embargo este he podido rastrearlo con bastante facilidad hasta averiguar que se trata del satélite chino CZ-4 R/B , que surca nuestros cielos siguiendo una órbita polar. Por las características del artefacto estoy convencido de que se trata de este satélite. Para acabar, aquí tenéis una recreación con ciertas libertades artísticas.

domingo, 8 de mayo de 2016

Observación #7: Galaxias M81 y M82

Después de la breve pausa del post anterior, ya es hora de volver a las observaciones. Lo vamos a hacer con un par de galaxias muy famosas y fáciles de ver, como son M81 y M82 en la constelación de la Osa Mayor. Esta pareja es circumpolar en latitudes superiores a unos 30º N, por lo que es posible verla todo el año, aunque según el mes se verá más o menos alta en el cielo.

M81 es conocida como la Galaxia de Bode, en honor a su descubridor Johann Elert Bode, y se trata de una galaxia espiral de tamaño algo menor que nuestra Vía Láctea. Como es una de las galaxias más brillantes del cielo septentrional, y además el eje de su disco se encuentra mirando hacia nosotros, estamos ante un perfecto candidato para las primeras observaciones de galaxias. Por otro lado, a M82 se le da el nombre de la Galaxia del Cigarro debido a su forma visualmente alargada. Según las últimas teorías, esta forma tan particular es producto de que la vemos de lado, siendo realmente una galaxia espiral. Este par de galaxias se encuentran gravitacionalmente ligadas, siendo M81 la responsable de la alta tasa de formación estelar que caracteriza a M82.

Para encontrar estos objetivos, una de las posibles rutas de Star Hopping utilizando estrellas brillantes es la siguiente:
  • Se parte de la estrella Dubhe en la constelación de la Osa Mayor.
  • Cerca de Dubhe veremos cuatro estrellas que forman una flecha (línea roja a trazos) que curiosamente señala la dirección en la que se encuentran nuestras galaxias. La seguimos hasta encontrar una estrella brillante, 38 UMa.
  • En el campo visual del buscador veremos una estrella rojiza, se trata de la estrella de carbono VY UMa.
  • Si seguimos en la misma dirección encontraremos una pareja de estrellas brillantes, que se encuentran a menos de 5 grados de nuestro destino; centramos el buscador en la más cercana a VY, HD92354.
  • En este punto hay muchas formas de abordar la última aproximación; por ejemplo apoyándose en 24 UMa. Sin embargo yo he optado por avanzar hasta la siguiente estrella brillante (que tiene un par de vecinas muy cercanas), y desde ahí me aproximo en la misma dirección utilizando el ocular que más campo visual me proporcione (línea amarilla a trazos). En seguida se revelará M81 y ajustando un poco el campo podremos captar M82 a meno de 1º al norte de ella.
Carta generada con CdC. Click para ampliar.
La vista que ofrece este par de galaxias no deja indiferente a nadie, a pesar de la contaminación lumínica es posible distinguirlas sin ningún esfuerzo (no digo lo mismo de captar detalles). M81 presenta un núcleo muy brillante, casi como las estrellas vecinas, y un tenue halo con forma circular. Al norte, M82 aparece con forma de aguja muy tenue pero visible, enmarcada por unas estrellas que también adoptan una forma de pico. Después de un buen rato de observación, en M81 puedo intuir alguna que otra protuberancia algo más brillante, que puedo pensar que son los brazos; sin embargo no me mojo a dibujarlas, pues en estos casos la imaginación puede hacernos ver detalles de más. El resultado lo podéis ver a continuación;

Galaxias M81 y M82. Click para ampliar.
Después de observar estas dos maravillas, no puedo sino esperar con impaciencia la posibilidad de tener un cielo oscuro, para comprobar qué más sorpresas y detalles pueden ofrecer esta curiosa pareja. Desde luego, una cita obligatoria.