viernes, 22 de abril de 2016

Observación #4: Galaxias M51 y NGC5195

Tras la cómoda observación de la estrella de carbono, toca ponerse manos a la obra y buscar un objeto algo más desafiante para un novato: la galaxia M51 y ya de paso su compañera NGC5195; en la constelación de Canes Venatici. A estas alturas no sabía que me podía encontrar, puesto que, como dice un amigo de la sociedad astronómica local, las galaxias hay que imaginárselas. Y no le falta razón, aunque en mi opinión este hecho lejos de restarle encanto se lo añade, pues hacer trabajar a la imaginación nunca está de más.

La galaxia M51, también conocida como la Galaxia Remolino es una de las más brillantes del cielo, por lo que he decidido que podría ser ideal para iniciarme en la observación y dibujo de este tipo de objetos celestes (ya que por desgracia, en esta época la galaxia de Andrómeda no se ve). La Galaxia del Remolino se encuentra acompañada por la galaxia enana NGC 5195, cuya interacción es la responsable de su estructura en espiral.

Encontrar este par de galaxias es una tarea muy sencilla, puesto que a penas se encuentra a 3 grados de la estrella Alkaid en Ursa Major, y a menos de 2 grados de 24 CVn. Si centramos el buscador en esta última podremos vislumbrar un triángulo casi rectángulo de estrellas, dos del cual están casi alineadas con 24CVn. Si centramos el telescopio en la más alejada de éstas, una vez nos asomemos por el ocular deberemos intuir en la visión periférica dos manchas neblinosas; los núcleos del par de galaxias en cuestión.
Carta generada por CdC. Click para ampliar.
En mi ocular de 25 mm es posible percibir los núcleos, aunque opto por utilizar el ocular de 10 mm con la intención de oscurecer algo el cielo y poder obtener un poco más de contraste. La observación me lleva un rato, debido a que ,por consultar la documentación con la luz roja, la vista no está suficientemente adaptada a la oscuridad, y requiere de un tiempo extra de acomodación.

Después de un rato escudriñando con esfuerzo el ocular, usando la visión periférica, y dando pequeños toques al telescopio para aprovechar la percepción de movimiento inducida por la vibración, consigo por fin empezar a intuir (quizás imaginar) algún detalle más. Además de los núcleos, es posible percibir un ligero brillo que se extiende de forma alargada, aunque interrumpida, entre los núcleos de ambas galaxias. Este detalle puede indicar la presencia de los brazos más brillantes de la galaxia espiral.

A diferencia de los dibujos anteriores, para no estropear la acomodación del ojo a la oscuridad, intento retener en mi memoria el máximo de detalles que puedo percibir antes de proceder al registro gráfico. Esto provoca que la posición y distribución de los objetos no sea en absoluto precisa, sin embargo permite capturar cualitativamente más detalles y, por supuesto, disfrutar de las vistas. El resultado, a continuación: el objeto borroso grande es la Galaxia del Remolino, y al noreste su compañera NGC5195.


Click para ampliar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario